Celulitis ● Adiposidades ● Lipodisolución Ashbee ● Flacidez ● Estrías ● Várices ● Estetica Facial ● Depilación ●
En primer lugar la elasticidad y la turgencia de la piel dependen en gran medida de le estructura del entramado reticular de las fibras proteínicas de la dermis y del tejido subcutáneo: colágeno, elastina y reticulina. Cualquier deformación por presión o desplazamiento lateral su recupera gracias a la disposición de las uniones interfibrilares. Por otra parte, durante el envejecimiento cutáneo decrece la actividad de los fibroblastos disminuye rápidamente, siendo especialmente afectada la biosíntesis de la elastina, a diferencia del colágeno. A pesar de ello, la piel conserva un pequeño porcentaje de esta fibra elástica que juega un papel primordial en la conservación de las propiedades mecánicas (elasticidad) gracias a la reticulación residual existente entre sus macromoléculas. Las sustancias responsables de la degradación de la elastina son las elastasas, enzimas de origen fibroblástico, cuyos efectos se manifiestan claramente a partir de los 40- 50 años. Algunos de los factores que influyen a acrecentarla son: tomar baños muy calientes y evitar cambios de peso rápidos. Algunos consejos son: utilizar diariamente una rema reafirmante corporal, realizar ejercicios periódicamente, tener una alimentación equilibrada.